El Cabernet Franc tiene muchísima historia y, en combinación con el varietal Sauvignon Blanc, ayudó en la creación del Cabernet Sauvignon. En este artículo descubrirás su origen, sus maridajes y sobre el final te dejamos unas exquisitas recomendaciones para que disfrutes este tipo de vino.
Origen
Se dice que el Cabernet Franc comenzó a establecerse en la región de Libournais (suroeste de Francia) durante el siglo XVII, y el encargado de esto fue el cardenal Richelieu, que transportó esquejes de vid desde el Valle del Loira hasta Libournais. Estas vides fueron plantadas en la Abadía de Bourgueil, bajo el estricto cuidado y supervisión de un abad cuyo nombre era Breton, y se lo terminó asociando a la uva. Luego, ya en el siglo XVIII, fueron encontradas distintas plantaciones de Cabernet Franc en las zonas de Pomerol, Saint Emilion y Fronsac, con el fin de producir vinos de alta calidad.
A medida que el Cabernet Sauvignon se fue popularizando durante los siglos XVIII y XIX, se observó una muy cercana similitud entre las dos uvas, y surgieron las teorías sobre el alcance de su relación. Recién en el año 1997 finalmente se encontró evidencia de ADN que demostraba que el Cabernet Franc efectivamente se había cruzado con el Sauvignon Blanc para producir Cabernet Sauvignon.
Producción del cabernet franc
Si bien es cierto que el Cabernet Franc francés goza de fama y prestigio mundial, el cultivo y la vinificación de este varietal se expandió por el resto del mundo desde Hungría, Bulgaria, Italia, España y Eslovenia, hasta llegar a lugares impensados como Kazajistán y China. En el “Nuevo Mundo”, se encuentra de manera aislada en países como Chile, Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica.
En la República Argentina, el Cabernet Franc solía ser una cepa utilizada únicamente para agregarle a un blend una capa distinta de aromas y sabores (y hasta un toque de frescura natural), en estos últimos años evolucionó su uso y pasó a ser elaborado como varietal propio de bodegas y productores de los distintos terruños. Para los productores, los tintos frescos y de buen cuerpo se consiguen gracias al punto justo de la cosecha, que se mezcla con los del roble durante la crianza y aporta más equilibrio y longevidad.
Características
Más allá de las diferencias culturales, el Cabernet Franc es una especie de mezcla entre los taninos firmes y la pirazina propia del Cabernet Sauvignon, junto a la fruta delicada y las especias del Merlot. Otorga unos aromas muy expresivos con notas herbales y su paso por boca es vivaz y vibrante gracias a sus texturas incipientes. Una de las grandes diferencias con respecto a los varietales mencionados, es que, sin sufrir menor potencia tánica ni de estructura, es capaz de presentar una notable frescura en boca gracias a las notas silvestres y mentoladas como el eucalipto. Aquí reside su principal encanto junto con su delicada austeridad.
Otra característica especial es que sus vinos son delicados y rústicos a la vez. Se distinguen mucho por brindar notas a fruta fresca, principalmente a cerezas y ciruelas, con un toque de sotobosque que le otorga un toque inigualable.
Maridajes del cabernet franc
El Cabernet Franc es un excelente acompañante de platos simples como pastas, hamburguesas de carne, pizzas y asado, gracias a su característico cuerpo ligero, su acidez equilibrada y los exquisitos taninos que presenta. Además, combina de manera magistral con carnes cuyo sabor es un poco más complejo, como el cordero o el pato.

Ya para los amantes de la relación quesos-vino, el Cabernet Franc va perfecto con el gouda, brie, queso de cabra y roquefort.
2 recomendaciones
Colonia Las Liebres

Este Cabernet Franc muestra el lado especiado y fresco de la variedad. En nariz tiene toques florales, con aroma a rosas, y con notas a frutos rojos. Es un vino puro, y lleno de sabor. En cuanto al sabor, en boca tiene un cuerpo medio, con taninos finos y jugosos, y un final largo y muy suave. Sin dudas es ideal para acompañar platos especiados y carnes rojas, de caza.
Abrasado Unique Parcel Gran Cabernet Franc

A la vista, este vino presenta un color rojo granate intenso. Si nos referimos a su aroma, este es muy complejo e intenso, con notas a frutos rojos y pimiento asado. También presenta toques a especias y cacao, esto último es gracias a su maduración en barricas. En cuanto al sabor, tiene gran cuerpo y estructura, junto a una buena acidez. Marida de manera superlativa con la tradicional parrilla argentina, en especial con aquellos cortes especiales y las carnes maduradas.