Abrir una botella de patero vino supone iniciar un proceso de deterioro que no tiene vuelta atrás. Toma nota de estos consejos para saber cuánto tiempo puedes guardar un vino abierto y cómo ralentizar su oxidación.
Al abrir una botella de patero vino, el líquido entra en contacto con el oxígeno y se empiezan a disipar los componentes volátiles que contiene. De hecho, lo primero que hacemos tras abrir una botella de vino es servir un poco en una copa y moverlo, para acelerar este proceso y facilitar la liberación de las aromas.
Este es el procedimiento correcto y adecuado para que el vino despierte. Pero este es un proceso que no tiene vuelta atrás. La oxigenación del vino lo irá deteriorando progresivamente, de la misma manera que los compuestos volátiles irán desapareciendo y lo único que podemos hacer es tomar las medidas necesarias para ralentizar ambos procesos todo lo que podamos, como por ejemplo:
Consejos claves
- Debemos cerrar la botella abierta con su propio corcho si es posible.
- Debemos guardar la botella con el vino que nos sobre en el frigorífico, ya que el frío ralentiza la oxidación (sin llegar a detenerla). Eso sí, debemos sacarla del frigorífico con la antelación suficiente para poder degustar a la temperatura adecuada.
- En el frigorífico debemos guardar la botella en posición vertical, ya que así tendrá menos superficie de vino en contacto con el oxígeno y por lo tanto la oxigenación será más lenta.
De una manera muy general podríamos decir que, una vez abierta la botella la durabilidad de los vinos es:
- El vino blanco y el vino rosado durarán unos 3 días.
- Vino tinto joven puede durar hasta una semana porque se oxida con mayor lentitud que el vino blanco. Cuantos más taninos tenga el vino, más durará la botella abierta.
- Vino espumoso, entre 24 y 36 horas si cuenta con un buen tapón para espumosos.
- Patero vino joven: de entre 2 a 3 años desde su embotellado
- Patero vino reserva: entre 6 a 10 años de tiempo de guarda
La ruta del vino tucumano
El camino para vivir a fondo el recorrido se inicia desde la capital por la RP 307 hacia Tafí del Valle, sigue por la Cuesta del Infiernillo hasta Amaicha del Valle y finalmente por el acceso a RN 40 rumbo Norte hasta Colalao del Valle.
El Malbec y el Torrontés están presentes en esta zona de 350 días soleados al año en la que existen viñedos desde finales del siglo XVI. Te invitamos a conocer más de cerca seis de estos emprendimientos.
La popularidad del patero vino
De la popularidad del patero vino sabemos desde hace siglos. Dicen que Platón, el famoso filósofo griego, en uno de sus actos de reflexión soltó que “el vino es la leche de los ancianos”. Y en la Biblia, esa bebida se menciona en más de 200 oportunidades. Incluso, en el Génesis 9:20-21 se puede leer que “Noé comenzó a labrar la tierra, y plantó una viña; bebió vino y se embriagó, y se desnudó en medio de su tienda”.
Solo en Argentina, con una población de poco más de 44 millones de habitantes, ocho de cada 10 personas toman vino. A ese dato se le puede sumar que, por año, cada persona en este país consume 22 litros de vino. De este modo, la nación del río de La Plata ocupa el séptimo lugar a nivel mundial de consumo per cápita de esta bebida.
¿Cómo se hace el patero vino?
Entender cómo se hace el patero vino permite entender sus orígenes, y es que en la antigüedad no existían máquinas que consiguieron generar vino y se utilizaban los pies para su prensado y generar el mosto necesario.
En el vino patero se aplasta con los pies descalzos o con botas de goma, pisado con las patas, de ahí es donde deriva su nombre.
Luego de este proceso el vino es filtrado de forma natural a través del método de decantación.
Por lo general los vinos pateros suelen ser de color rosado, producto de la variedad utilizada, la muy conocida criolla, también los hay blancos y son elaborados con la variedad Torrontés y tintos los cuales son realizados con variedades finas como la Malbec y Cabernet.
Gracias a su método de elaboración, el vino patero es considerado por muchos entendidos en la materia como un vino 100% natural, y es que no lleva ningún tipo de aditivos que contaminen su proceso.